Ni las potencias mundiales de fútbol -y Ecuador no es una de ellas, ni tres clasificaciones a la Copa del Mundo lo acercan a ese rango- asumen que un partido está ganado antes de jugarse. Sin embargo, como ocurre antes de todo enfrentamiento con el balompié de Venezuela, sea a nivel de clubes o de selecciones, un sector del periodismo nacional vaticina que la victoria ya “está en el bolsillo” tricolor simplemente porque el rival es llanero.