Un viaje a su interior y a sus orígenes, en Rafaela (Argentina), permitió al seleccionador Gustavo Alfaro reencontrar su “sed emocional”, esa que perdió en el camino trajinado por su profesión y que permitirá al estratega argentino afrontar su mayor reto profesional enmarcado en la disputa del Mundial Qatar 2022, cuya clasificación conseguida con la selección de Ecuador el argentino cuenta en su libro Cazadores de utopías imposibles.