Arsenal consigue vencer al Liverpool para sostenerse como líder de la Premier League

La Premier League seguirá teñida de rojo una semana más. Después de un duelo trepidante, lleno de alternativas, los chicos de Mikel Arteta se terminaron imponiendo al Liverpool en el Emirates Stadium por 3-2. Martinelli encaminó la victoria con un gol muy al inicio, y pese a que Darwin Núñez y Firmino se empeñaron en disimular las carencias de los Reds con sus goles, Saka sacó la guadaña y decidió un partido que deja al Arsenal como líder de la Premier con 24 puntos, 14 por encima del conjunto de Klopp, que está hundido en el décimo puesto de la clasificación.

Jürgen Klopp tiene demasiadas tareas pendientes y una es reanimar a un equipo que sufre una crisis de personalidad. Sus pupilos han empezado a fallar, Alexander-Arnold se ha convertido en una entrada fácil para la velocidad de extremos, y Gabriel Martinelli no tuvo más remedio que sacar tajada del peor momento del lateral del Liverpool. Era el 1-0 y el partido se ponía cuesta abajo para los gunners, enrachados.

Pero el Liverpool conserva vestigios del modelo que un día les llevó a la gloria y después de un centro a la espalda del propio Alexander-Arnold, Luis Díaz no dejó morir la jugada, la peleó, y sin mirar, con la seguridad de que alguien pasaba por allí, se la puso a Darwin Núñez para que empatara a la media hora. Parecía el resurgir de los Reds, que crecieron en el juego y dominaron, pero Martinelli se volvió a encaprichar con el balón, tomó las riendas del juego y sirvió el 2-1 a Saka antes del descanso.

Las bandas estaban acabando con el Liverpool, así que Klopp se vio obligado a tomar la difícil decisión de dejar fuera a su querido Alexander-Arnold, pero Joe Gomez no mejoró el panorama, y aunque Firmino puso algo de cordura con su 2-2, Saka volvió a aparecer de penalti para hacer el 3-2 y demostrar que él sí que rebosa de personalidad. Quedaba un cuarto de hora, el penalti cometido por Thiago había sido muy discutido, pero resultó ser suficiente para un Liverpool que vio el final con Salah sentado en el banquillo, quizá extrañando a Mané. (D)