Luego de media vida en el FC Barcelona y tras dos años encadenando premios, Aitana Bonmatí añadió un segundo Balón de Oro a su palmarés tras una carrera marcada por su virtuosismo sobre el césped y su compromiso dentro y fuera de los estadios.
Con un Mundial y tres Ligas de Campeones en su haber, el palmarés de la joven natural de Vilanova i la Geltrú es difícilmente mejorable, y los reconocimientos individuales que ha recibido en los dos últimos años no son más que la consecuencia lógica del nivel que ha demostrado sobre el césped en las últimas temporadas.
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Su recorrido hasta la élite, como el de otras tantas futbolistas, llegó compartiendo minutos en categorías infantiles con chicos, dado el poco desarrollo del fútbol base femenino.
El desparpajo que demuestra hoy en día contra los mejores equipos del mundo le viene de serie, pues ya de niña se atrevía a tirar caños, generando comentarios machistas de sus jóvenes rivales que no soportaban verse superados por una chica.
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Tras llegar al FC Barcelona a los 13 años, tan solo tardó tres en debutar a los 16 con el primer equipo. Una década después, recoge un segundo Balón de Oro luego de dos años a un nivel excelso. (D)