Me resisto a escribir de fútbol. Joao Rojas, un modesto jugador que acaba de liberar el Monterrey, dice estar listo para firmar con cualquier club grande que requiera sus importantes servicios. Barcelona está en Nueva Jersey para jugar en un estadio de 7.000 espectadores. Su rival: un clubcito de barrio. En las filas del ídolo estará un ‘temible’ artillero Djorkaeff Reasco. Su eficacia mete miedo: 15 goles en 101 partidos.