Según Opta Sports, compañía británica de análisis deportivo, el Colombia 0 - Ecuador 0 del jueves duró 109 minutos, pero se jugaron 44 minutos y 15 segundos de tiempo neto. O sea, 64 minutos y 45 segundos fueron a parar al canasto, eran basura futbolística: discusiones, manoseos, demoras deliberadas, VAR, pelotas afuera, simulaciones, festejos inútiles… Todo muy sudamericano, muy Libertadores años ‘80. En el palco, en Barranquilla, estaba Gianni Infantino, presidente de la FIFA, quien degustaba bocaditos y sonreía como diciendo “¡Qué partidazo…!”. ¿Qué va a decir…? Él viene a buscar los votos para hacer el Mundial cada dos años, tiene que disimular. Pero lo que vio de lo que fuera antiguamente el reino del buen fútbol y los jugadores geniales lo debe haber dejado pensativo.