Posiblemente –o seguramente– pasó el romance de Messi y Cristiano Ronaldo con el Balón de Oro. Ya es historia (aunque de la buena). Cristiano fue incluido en la nómina y terminó 20.°, en tanto Messi ni siquiera figuró entre los 30 debido a su azarosa temporada anterior, sin poder hacer pretemporada, con seis viajes a Sudamérica, doce partidos de Eliminatoria, lesión de rodilla, covid, cuarentena, cambio de club y el golpe anímico del portazo que le dio el FC Barcelona. Es la hora de figuras nuevas, piensa uno, le hace bien al premio. Desde Kaká en 2007 no lo gana un crack joven. Sin embargo, el “nuevo” es Karim Benzema, que lleva diecinueve temporadas en Primera División. O sea, el nuevo es un viejo, cumple 35 años al día siguiente de terminar el Mundial (¿Los celebrará con la Copa…?).