Van a cumplirse 55 años de aquel suceso histórico, pero difícilmente los viejos hinchas eléctricos olviden la que, probablemente, es la mayor victoria del club en partidos amistosos internacionales, que no volverán a jugarse nunca. Todo arrancó en 1926, con la llegada del Gimnástico Arturo Prat, de Chile, gracias a las gestiones del más importante dirigente deportivo nacional de todos los tiempos: Manuel Seminario Sáenz de Tejada, quien logró la afiliación a la FIFA y la visita de clubes a nuestro país. A partir de entonces, la afición guayaquileña pudo asistir a grandes encuentros internacionales.