Las redes sociales, los diarios deportivos, los miles de programas que abarrotan la televisión, la infinidad de páginas de internet, el marketing desmesurado, el incesante trabajo de construcción de imagen y el gigantesco runrún que envuelve al fútbol y lo desfigura construyen cracks que están lejos de serlo, crean ídolos falsos, inventan situaciones irreales y se dan por establecidas verdades que no son.