A Marco Pazos León, presidente de El Nacional, no le gustó para nada el arbitraje encabezado por el central Guillermo Guerrero, pero sobre todo el encargado en la cabina del videoarbitraje (VAR), Mario Romero, en el partido ante Barcelona Sporting Club en el estadio Monumental Banco Pichincha, que finalizó con victoria de los toreros por 1-0 con un gol del uruguayo Octavio Rivero.

El tanto del delantero canario, que significó el cuarto en su cuenta personal en la Liga Pro Ecuabet 2025, tuvo que ser revisado por la tecnología luego de que el árbitro asistente Edwin Gutiérrez haya levantado la bandera por un presunto fuera de lugar de Rivero.

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La verificación de la jugada, con el trazado de líneas, teniendo como referencia la ubicación del atacante torero y el penúltimo hombre de El Nacional, determinó que la acción fue totalmente lícita y Guerrero recibió la indicación de convalidar el gol que terminó inclinando la balanza a favor de Barcelona SC y hundiendo en crisis a los militares, que se mantienen en el último lugar de la tabla de posiciones con cinco puntos.

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Pero Pazos no estuvo de acuerdo con el procedimiento que se llevó a cabo para concluir si la jugada era legal. Según el criterio del titular de los Puros Criollos, el corte de la acción, es decir, cuando Janner Corozo asistió a su compañero, se dio antes de que este impactara el esférico. Aquello generó una evidente molestia en el directivo, quien aseveró que pondrá un reclamo en la Comisión Nacional de Arbitraje (CNA) de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF).

“¿Es offside? Todavía no topa el balón en el corte el jugador contrario (Janner Corozo)... vamos a reclamar a la Comisión de Arbitraje de la Federación Ecuatoriana de Fútbol. ¡A El Nacional se lo respeta, carajo!”, publicó Pazos en su cuenta de X tras el pitazo final del compromiso.

El trazado de líneas demostró que Octavio Rivero, delantero de Barcelona SC, estaba habilitado cuando el balón partió desde el pie derecho de Janner Corozo.

La norma del fuera de juego es una de las pocas, o quizás la única, dentro de las reglas del fútbol que no está sujeta a interpretación. Un futbolista estará habilitado siempre que parta por detrás de la línea del penúltimo jugador rival cercano a la línea de meta o que esté situado detrás de la línea de la pelota. (D)