Por segunda vez en el año, el Clásico del Astillero entre Emelec y Barcelona SC, que terminó con victoria a favor de los canarios 0-4, se vio opacado, durante más de 20 minutos, por el disturbio y lanzamiento de objetos a la cancha por parte de la barra Boca del Pozo al pórtico que defendía el golero amarillo Ignacio de Arruabarrena.

Al minuto 74, luego del tercer gol marcado por Janner Corozo, de penal, el guardameta uruguayo se acercó al árbitro Robert Cabrera con la intención de mostrarle una botella de vidrio -se lanzaron más de 10- y comentar que no existían condiciones seguras para seguir jugando el compromiso.

La decisión del portero amarillo de entregar las botellas al juez central desató una trifulca entre jugadores de ambos clubes. Foto: API

Esta acción desató la trifulca entre los jugadores de ambos equipos que derivó en las expulsiones de Christian Cueva (ya en la banca) por el lado del Bombillo, y de Byron Castillo en los canarios.

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El colegiado optó por continuar las acciones pese a los reclamos del charrúa ante la insistencia de los aficionados azules de seguir arrojando botellas a la cancha, hasta que decidió interrumpir el partido por la falta de garantías de seguridad.

Robert Cabrera (i) se estrenó en un Clásico del Astillero lleno de incidentes por parte de la hinchada azul que se encontraba en el estadio George Capwell. Foto: API

¿Qué establece el reglamento?

En el capítulo 5 del reglamento de Seguridad de la Liga Pro, el artículo 22, que se refiere a las prohibiciones dentro del escenario deportivo, el inciso uno estable que no se admite “cualquier objeto que pueda utilizarse como arma, causar daño o lesiones o usarse como proyectil”, por lo que en primera instancia los envases de licor que lanzaron al gramado no debieron ser ingresados.

A su vez, el reglamento general de competiciones de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) establece que “si en un partido se suscitaren incidentes por el lanzamiento de objetos a la cancha” el árbitro deberá disponer que “que el delegado de control requiera la intervención de la fuerza pública en dicho lugar y la inmediata advertencia al público por los altavoces, que, de continuar estos actos, los clubes serán sancionados”.

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Además, dicho Código indica que se deben realizar hasta tres advertencias y si, a pesar de estas el público presente continúa con el lanzamiento, al no existir “las garantías necesarias, el partido podría ser suspendido”.

Anoche, el Capwell recibió llamados de atención por el lanzamiento de objetos al campo, para lo cual el artículo 76 expone que el juez no iniciará el partido, lo detendrá si este se encontrare disputando y, a través del comisario de juego y con la intervención de la fuerza policial —si es necesario—, se buscará tener garantías para que el juego pueda continuar.

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La Policía Nacional tuve que intervenir y sacar a los hinchas situados en la general que da a la avenida Quito. Foto: API

Por lo tanto, la disposición general del colegiado y del comisario de juego presente en el estadio azul fue la estipulada en el reglamento ya que retiraron a los hinchas que se encontraban en la general que da a la avenida Quito para garantizar el bienestar de todos los presentes en el reducto deportivo y así, posterior a su salida, reanudar el compromiso y poder terminarlo.

En cuanto al tema de la falla eléctrica durante el primer tiempo del duelo inmortal, el colegiado actuó conforme a lo que se indica el código, que dice: “el árbitro únicamente dispondrá la suspensión del partido cuando se tenga la certeza de que el fluido eléctrico no será repuesto dentro de un tiempo prudencial, previa consulta con el comisario de juego o con quien lo subrogue y con la asociación local”. (D)