Decadencia. Esa es la dura palabra que eligió Ricardo Armendáriz para referirse al penoso presente del fútbol de Guayas, que en la temporada 2023 tocó fondo. Se hundió como el Titanic. Por el fracaso de sus representantes, el antes poderoso y exitoso balompié de la provincia albiceleste ve agigantarse, a nivel nacional e internacional, a dos clubes de Pichincha, su eterno antagonista.