La Agencia Mundial Antidopaje (AMA, o WADA por sus siglas en inglés) fue por muchos años la abanderada en la lucha contra la plaga del uso de sustancias prohibidas en los deportes. Fue capaz de derribar el “imperio estatal” de violadores permanentes de las reglas, como el caso de Rusia. Pero ahora esta entidad se doblegó a las presiones externas y decide reducir los castigos para quienes se dopan para competir.