“¿Cómo ves a Ecuador…?”, nos pregunta un colega de radio, en función del debut de la selección tricolor ante Argentina. No sé, respondo. Nadie sabe, ni Gustavo Alfaro. Más allá de observar a sus jugadores en algunos videos o presencialmente en unos pocos partidos de liga local o Libertadores, no los conoce. Seguro ha sido ayudado para confeccionar la primera convocatoria por Jorge Célico. Es una designación a ciegas, dadas las circunstancias. No podía hacer otra cosa. No tiene idea de qué pueden ofrecerle los jugadores convocados ni cómo podrían ensamblarse. Ni siquiera puede computarse un sólo entrenamiento táctico serio. Desde el domingo a hoy es todo teórico. Y, quizás lo más importante, ignora el carácter de estos futbolistas, lo que pueden responder bajo presión.