La realidad del fútbol internacional, hoy, señala al Bayern Munich como el club más sólido y mejor gobernado del mundo (en todos los aspectos y con luz), también es una máquina en el campo. Sin duda, lo segundo producto de lo primero. Porque el éxito no deviene apenas de una cuestión de administración y mercadeo, es saber de fútbol, tomar buenas decisiones técnicas. La fundamental, acertar en los fichajes. Quien compra bien tiene el cielo asegurado. Desde hace décadas el club está liderado por un grupo de exfutbolistas notables. Ergo: saben del asunto. Necesitaban un goleador, llevaron a Lewandowski; ¿un centrocampista? Kimmich, el mejor de Europa actualmente; ¿un arquero? Neuer. Y todos con precios moderados. Hay muy bajo nivel de error.