Es una foto maravillosa que engalana la sala del Manchester City. El rey Jorge V, de Inglaterra, saludando uno a uno a los futbolistas del City antes de la final de la Copa Inglesa (FA Cup) de 1934, acompañado de Sam Cowan, capitán 'ciudadano', quien va diciéndoles los nombres de cada uno de sus compañeros. Por ser la competencia de mayor raigambre popular, una auténtica joya de la corona, era hábito que el monarca británico asistiera a la final en Wembley y entregara el trofeo al vencedor. La final de la Copa Inglesa no es apenas un partido de fútbol, también una tradición de un siglo y medio.