“Ha llegado el día… Hoy damos la bienvenida a su nueva casa a Cristiano Ronaldo”. Florentino Pérez, en su estilo calmo, no parecía muy eufórico, elevó la voz lo más que pudo. Igual, sacó pecho: como presidente del Real Madrid, estaba presentando en el Santiago Bernabéu a una figura emergente del fútbol mundial.