Siendo estudiante vicentino (1962) nuestro profesor del tercer curso de Anatomía, doctor Carlos Ávila, al final de la clase nos decía: “Vicentino hasta la médula”. Tal proclama cabe en los valerosos dirigentes y en los futbolistas guerreros quienes construyeron en décadas pasadas tan sagrada divisa con el nombre de Barcelona. Personajes y deportistas serán idolatrados por la historia y por los hinchas amarillos.