Colombia dio ayer el pistoletazo de salida, volvió a ponerse en marcha el sueño olímpico para el fútbol sudamericano, cuya gloria está íntimamente ligada al emblema de los cinco aros de colores. Dos de las diez selecciones llegarán al torneo de Japón, entre julio y agosto. Que será duro porque ya están clasificados Alemania, España y Francia, tres de los más poderosos países europeos en materia de fútbol joven, y desde luego el local, siempre en ascenso.