Carlos Carrasco, lanzador venezolano de los Indios de Cleveland, empezó la actual temporada con muy buen ritmo y cada vez que se subía a la loma lo hacía con aplomo y dominio. Propinaba entre doce y catorce ponches en los partidos, pero de pronto él paralizó sus actividades y el equipo lo puso en la lista de inhabilitados por una molestia ajena a las lesiones frecuentes en béisbol.