Anahí Molina Arévalo tenía 16 años cuando montó la bicicleta FIT Mike Aitken (gama 2) que le regalaron sus abuelos, ilusionados ellos porque su nieta al fin elegía un deporte. Seis años después, a bordo de una Kink Tittan II, Anahí se convirtió en la primera exponente ecuatoriana de BMX Freestyle en competir en los Juegos Panamericanos. Ella representó al país en Lima 2019 junto con Jonathan Camacho. La rider no tuvo opción de pelear por medalla, pero afirma que la experiencia “fue increíble” porque a pesar de terminar en sexto puesto, el certamen le sirvió para retomar las competencias este año. Ahora se encuentra en Ciudad de México, donde mañana competirá en la Vans BMX Pro Cup; el 14 de septiembre estará en la BMX Copa Latina, en la misma ciudad; y cerrará su gira el 2 de noviembre próximo en el torneo llamado Rifarse de Miedo, en Oaxaca. La deportista de 22 años conversó con EL UNIVERSO por vía WhatsApp.