Aunque cause vergüenza la catastrófica goleada (4-0) que sufrió la Tricolor ante Uruguay el domingo anterior, en el debut de ambas selecciones en la Copa América 2019, la paliza no genera sorpresa si se toman en cuenta los criterios diametralmente opuestos, respecto de la importancia del torneo, de quien conduce técnicamente al combinado nacional y de la dirigencia de la Ecuafútbol.