Es lógico que una selección debe ser dirigida por un cuerpo técnico, verdad quienes las integran deben ser jugadores de alto nivel técnico, es cierto que el fútbol enciende polémicas y que a espaldas de los entrenadores y jugadores hay dos feroces examinadores: la prensa y la hinchada, que se conectan admirablemente con perspectivas de elogios y en instantes con críticas severas. Escenarios conocidos por todos los entrenadores del mundo.