Alguna vez tenía que pasar. No se puede vivir sin juego, sin generar, pasando valla tras valla por oficio, por más zorro, con polémicas y azares, no siempre por mejor. Un día viene un equipo como el Ajax, de jóvenes que tocan la pelota como ángeles y te pinta la cara. Fueron los peores siete días en los 117 años de vida del Real Madrid.