Si algo permanece inalterable en el tiempo es la condición de favorito que aficionados, periodistas -y seguramente también varios de sus rivales- le conceden a Barcelona Sporting Club al comienzo de cada campeonato nacional, desde la edición inicial de 1957 a la actual. Lo que sí cambió es la capacidad de los toreros para hacer realidad esos pronósticos y ganar títulos con la frecuencia de antaño.