Imposible escribir una columna sin expresar nuestro pesar por la tragedia que enlutó el 12 de agosto pasado al fútbol nacional. Doce hinchas de Barcelona, que habían ido a Cuenca a respaldar a su equipo, perecieron en un accidente en esos corredores de la muerte que son las carreteras ecuatorianas. Viajar en vehículo dentro del país es un deporte extremo: siempre lo fue, pero muchos años atrás no se gastaron las fortunas que el gobierno anterior invirtió en los últimos diez años (una vía entre Quito y el aeropuerto de Tababela está considerada la más costosa del mundo).