De forma dramática, aunque épica, Deportivo Cuenca avanzó por primera vez en su historia a los octavos de final de la Copa Sudamericana, tras eliminar a Wilstermann de Bolivia, en una serie que tuvo como uno de los héroes al arquero Brian Heras, quien en la definición de los penales desvió dos tiros. La tanda se definió 5-6, luego de que el global terminara 4-4 (2-2 en la ida).