Empecemos por el nombre: The Best es sin duda un acto fallido de la FIFA. Debido a su separación de France Football se imposibilitó de utilizar “Balón de Oro”, fantástica marca que es propiedad de la revista francesa. Y buscó uno nuevo. Pero debió pensar en algo más universal, que no esté emparentado con un solo idioma y que no necesariamente deba ser traducido. Algo genérico como Spartak, Olimpus, Primus, Magnus… Debe haber mil mejores. Un nombre que simbolice la excelencia, la proeza, la magnificencia. The Best no tiene gancho y costará imponerlo.