El Mundial comienza a desinflarse. Ya están fuera 24 de los 32 equipos y con ellos se fueron, se siguen yendo periodistas, aficionados, dirigentes, familiares de los jugadores, allegados… Se nota en las limpísimas calles moscovitas (que por la noche son lavadas con camiones hidrantes, aunque están impecables). Igual, otra multitud acompañó el último duelo de octavos: Colombia-Inglaterra en el Spartak. Allí estuvimos. Hubo, mínimo, diez colombianos por cada hincha inglés. Así es cada vez que juega un sudamericano. Nuestras hinchadas no deberían pasar inadvertidas por la FIFA. Son las que más calor, color y dinero aportan a los Mundiales.