Cogió Andrés Iniesta la Copa de manos del rey, la levantó y todos nos preguntamos por qué se va. Está formidable, había sido el jugador de más peso en la victoria de los suyos en una final en la que el Barça le pintó la cara al Sevilla (5-0, el sábado pasado, en el estadio Wanda Metropolitano, del Atlético de Madrid). Coutinho, brasileño que fue contratado por $ 197 millones como posible reemplazante de futuro, es un jugador estimable, pero no se le acerca a Iniesta, y decir esto no es hacerle de menos.