Por la tarde… Chelsea había hecho mejor la tarea que el FC Barcelona en Londres, pero no pudo pasar del 1 a 1 porque en la única que tuvo, Messi sacudió la red e igualó en el resultado una producción desigual en el juego. Toda una tarea colectiva fue equivalente al rapto de una individualidad. Y en Cataluña esa sensación se profundizó: Chelsea tuvo mucho el balón, dominó en largos pasajes al Barsa (es complicado, hasta extraño aventajarlo en posesión, y más de local), le generó peligro, pero en tres estocadas de Messi se quedó fuera de la Champions. Demasiado crack pese a todo el trabajo conjunto londinense.