Lo más probable es que jamás en la emocionante historia del duelo más representativo y apasionante del fútbol ecuatoriano vuelva a ocurrir algo como lo acontecido el 17 de abril de 1966. En el preliminar de un Clásico del Astillero los teloneros de lujo de Barcelona y Emelec fueron Flamengo y Corinthians, protagonistas del enfrentamiento de máxima rivalidad y alto voltaje en el balompié de Brasil.