Con un ojo mirábamos Eibar 1, Real Madrid 2 y con el otro Manchester United 2, Liverpool 1. Dos partidos de ayer lastimosamente encimados en horario. En el primero, dos penales no sancionados en favor del Eibar, uno de ellos clamoroso, de Casemiro, que paró la pelota con la mano en el área estando en el suelo. En el otro, si el juez lo sancionaba, debía además expulsar a Keylor Navas por una falta imprudente sobre un atacante vasco. Rechazó la pelota, su pierna siguió e impactó muy duramente en un adversario. Fue totalmente sin intención, pero la ley es ley.