Jugar tenis parece sencillo, pero puedo confesarles que es un deporte que exige mucho esfuerzo. Reúne todas las ventajas y desventajas de ser una disciplina individual, por lo que siendo así, obliga a cumplir un entramado en el que sobresalen constancia, evolución técnica y fortaleza mental. Cuando se consigue amalgamar esos estados, entonces se puede considerar que el nivel tenístico ascienda al escenario competitivo al que se encuentra sometido cada cual; sea este nivel de simple aficionado o profesional. En estos tiempos el tenis ha cambiado mucho por razones como la tecnología, que ha permitido que nos olvidemos de las tradicionales raquetas de madera, las cuerdas de tripa de gato, la prensa para evitar que el marco de la cabeza sufra desniveles, las canchas en los diversos tipos de superficies, zapatos, pelotas, y hasta olvidarnos por qué lo llamábamos deporte blanco.