La Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) ya adjudicó otra empresa que se encargará desde el 2018 de transmitir los partidos del campeonato local, pero la deuda de los canales incautados, a dos meses de que finalice el contrato de arrendamiento de los derechos, está intacta. “Y es preocupante”, dice el directivo Carlos Villacís.