Como si fuera local, apoyada por decenas de migrantes ecuatorianos, en un ambiente festivo y con el aliento absoluto de los hinchas entrenó ayer la Tricolor en Ámsterdam. El más asediado para fotos, autógrafos e incluso para recibir besos de los seguidores fue Antonio Valencia, volante del Manchester United, ídolo de los aficionados que acudieron a la práctica.