La Confederación de Nacionalidades Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin) aspira a que los conflictos internos cesen con una presidencia costeña.

Byron Zhunio, presidente de la Unión de Organizaciones Campesinas de Quevedo, y Carlos Moreta, del Movimiento indígena de Tungurahua, eran los nombres que trascendían hasta el cierre de esta edición para ocupar la presidencia de la Fenocin por los próximos cuatro años.

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Ayer fue el segundo día de congreso que se realizó en Santa Lucía, Guayas, para establecer la agenda de ruta de la organización, cuyo eje de debate fue la “deuda agraria”.

Este tema abarcó el análisis de la consulta prelegislativa para aprobar la Ley de Aguas, que se inició en la Asamblea, y el rechazo a la posible introducción de semillas transgénicas en el país, que es lo que preocupa a los movimientos sociales, detalló Luis Andrango, expresidente de la agrupación.

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La discusión de estos puntos deberá coordinarla el nuevo presidente de la Fenocin con el Gobierno. Por ello, indicó, se ha planteado que “este sea el congreso de la unidad y que sean las organizaciones de base las que elijan y definan quién va a dirigir la Fenocin”.

La propuesta que ha surgido entre las bases es que la presidencia se traslade a la Costa. El elegido deberá buscar diálogos en el Parlamento para lo que será la aprobación de la Ley de Aguas, y hasta con el presidente Rafael Correa, que puso como debate a los transgénicos. “Hemos analizado que la división, hoy más que nunca no es el mejor camino”, dijo Andrango, y agregó que hay principios constitucionales “innegociables” sobre la introducción de este tipo de semillas.

Este cónclave se inició el viernes y prevé culminar hoy con la exposición de conclusiones.

En este se busca elegir una nueva directiva de consenso que termine con la crisis interna generada el año pasado, cuando un grupo designó a Leandro Aules como presidente sin el aval de la autoridad saliente de ese tiempo, Andrango, y con la oposición del dirigente histórico Pedro de la Cruz.