Al compás del himno nacional, el ataúd marrón con los restos del presidente Hugo Chávez cubierto con la bandera de Venezuela recorrió ayer las calles de Caracas, en el último acto multitudinario del dirigente que dejó al país en medio de una gran incertidumbre sobre su futuro político.

El cortejo fúnebre, al que asistieron decenas de miles de personas, recorrió varias cuadras del centro y oeste de la ciudad para llegar a la sede de la Academia Militar, en el Ministerio de la Defensa, adonde se preveía que los restos del mandatario llegaran anoche para recibir los honores póstumos, tras una apretada caminata de 6,3 kilómetros que se inició en el hospital Militar de Caracas.

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Antes de salir de esa casa de salud, donde Chávez murió la víspera a los 58 años víctima del cáncer, le rindieron honores y un sacerdote oró por su “eterno descanso”.

La madre del extinto mandatario, Elena Frías, salió junto con el ataúd vestida de negro y secándose las lágrimas con un pañuelo blanco. Una de sus tres hijas, María Gabriela, también fue vista llorando a las puertas del hospital. Pero tras salir del sitio, fueron ministros y gente del común los que acompañaban el féretro, sin que se pudieran ver cerca a los parientes del decesado.

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El ataúd fue colocado por varios soldados sobre el techo de un vehículo decorado con flores blancas. Delante del automóvil iban varias motocicletas abriendo el paso, mientras detrás se agolpaba la multitud y algunos ministros que parecían sostener el féretro.

Al frente del cortejo y vistiendo una chaqueta amarilla, azul y roja caminaba lentamente el vicepresidente Nicolás Maduro, de 50 años, junto con el mandatario boliviano Evo Morales. En medio del tumulto ambos cayeron al piso.

“Vengo a acompañarlo hasta el final”, dijo José Terán, un operador de grúas de 49 años. Y al grito de “¡La lucha sigue, Chávez vive!”, miles de personas saludaron desde puentes y edificios el paso del féretro por una de las avenidas del oeste de la capital venezolana.

“Chávez, te amo” y “viva Chávez” gritaban desconsolados seguidores del gobernante, mientras levantaban el brazo derecho con el puño cerrado, recordando una señal característica que hacía el presidente.

“Siento mucho dolor, mucho”, expresó con el rostro bañado en lágrimas Yamile Gil, un ama de casa de 38 años. “Nosotros no queríamos llegar a ver a nuestro presidente así (muerto)... Siempre lo vamos a amar”, agregó entre la multitud.

Óscar Navas, un vendedor de frutas de 33 años, manifestó estar convencido de que Washington buscará forzar un cambio en el gobierno venezolano por medio de promover la violencia y que eso desemboque en un golpe de Estado.

Los asistentes al desordenado cortejo vestían camisetas rojas, el color que ha identificado a los seguidores de Chávez. Todos le daban vivas y tomaban fotografías con sus teléfonos celulares, una escena impensable hasta hace algunos meses cuando el propio mandatario decía que estaba curado del cáncer.

Entre la multitud había uniformados de verde como algunos de los varios cuerpos que integran la fuerza armada venezolana, de más de 200.000 miembros. El llanto parecía intensificarse cuando por parlantes colocados en camiones se escuchaban estrofas del himno nacional cantadas por el propio Chávez.

Desde temprano, las Fuerzas Armadas despidieron a su comandante en jefe disparando 21 salvas en su honor que retumbaron a lo largo y ancho de la nación caribeña, mientras el alto mando militar prometía defender la ruta constitucional.

Así, Venezuela vivió el primero de tres días de homenajes antes del sepelio del mandatario fallecido previsto para mañana. Aún no se ha revelado el sitio exacto donde será sepultado el presidente.

La desaparición física del líder bolivariano vino precedida de semanas de rumores tras su último paso por un quirófano el 11 de diciembre anterior en un hospital de La Habana (Cuba), momento desde el que no se le volvió a ver ni escuchar.

Su retorno a Caracas hace dos semanas hizo confiar a muchos de sus seguidores en una nueva recuperación milagrosa, pese a que los partes médicos del gobierno daban cuenta de un difícil posoperatorio y persistentes dificultades respiratorias.

Más datos: Medidas
Ley seca

Desde ayer hasta el 12 de marzo se prohibió expendio, consumo y distribución de bebidas alcohólicas en todo el territorio venezolano, como parte de las medidas para garantizar el resguardo de la integridad física de las personas y con el fin de mantener el orden interno y normal desenvolvimiento de las exequias de Hugo Chávez, publicó el diario El Universal.

Aún no se ha revelado el sitio exacto donde será sepultado el presidente.