Después de permanecer seis días en coma, Wilmer Antonio Chimín Benavides, interno del Centro de Rehabilitación Social (CRS) de Bellavista, falleció la mañana de ayer.
Sobre los motivos de su deceso, hasta la tarde de ayer no hubo un pronunciamiento de los médicos ni de los funcionarios del centro carcelario.
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El cuerpo del interno fue retirado ayer por la Policía de la clínica privada donde estaba asilado y posteriormente fue trasladado a la morgue del cementerio Central, para que se le practicara la autopsia.
Familiares de la víctima pidieron que se investigue al director del CRS, Diego Rivadeneira. “Coincidencialmente, hoy (ayer) temprano el director entra, no dice nada, sale donde estaba mi sobrino y él muere”, dijo Gloria Benavides, tía del fallecido.
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La madre del interno, Mariana de Lourdes Benavides, dijo que días atrás el padre de su hijo recibió una llamada en la que le pedían que autorizara desconectarlo de las máquinas que lo mantenían con vida.
Chimín guardaba prisión por asesinato en el pabellón de mediana seguridad en Bellavista. El viernes pasado fue ingresado al hospital Gustavo Domínguez y luego lo trasladaron a la clínica privada Cuba Center, en el km 4 de la vía a Quinindé.
En la clínica, los médicos no se pronunciaron sobre las causas de la muerte. Benavides dijo que únicamente les informaron que murió por paro cardiaco.
La madre del occiso aseguró que no pudo poner la denuncia por la muerte de su hijo porque el director del CRS ya la había presentado. “No me dejaron ver qué puso el director, aquí algo esconden”, dijo.
Hasta ayer el Ministerio de Justicia no se pronunció sobre el hecho, pero una fuente del Departamento de Comunicación indicó que Chimín murió por sobredosis de droga.