Llegan con su vestimenta autóctona: las niñas con una faja que rodea su cintura, el anaco (falda), y una blusa con encajes; los niños, con camisas bordadas en el cuello y pantalón de tela. Pero al hablar se expresan mayoritariamente en castellano, pese a que sus padres nacieron en comunidades de la Sierra donde predomina el quichua o kichwa, como se registró a este idioma ancestral en la Constitución actual.