Ayer, afuera de la morgue, el hermetismo predominó entre los familiares de los tres jóvenes que el pasado miércoles, a las 22:00, fueron asesinados a balazos dentro de una camioneta Chevrolet D-Max doble cabina gris, de placa GRW-5260.

El triple crimen ocurrió en las inmediaciones de la manzana 263 de la ciudadela Sauces 6, a una cuadra de la avenida Isidro Ayora, en el norte de Guayaquil. Tras el hecho las víctimas fueron identificadas como Francisco Israel Cruz Vargas, de 28 años, Geremy Bruno Salazar Peña, de 22; y Julio Enrique Vernaza Gudero, de 20.

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Mientras esperaban los cadáveres en la morgue, sus allegados prefirieron no tomar contacto con los medios de comunicación. Algunos se limitaron a decir que las autoridades estaban investigando el hecho.

Víctor León, fiscal de Delitos Flagrantes que realizó el levantamiento de los cadáveres, indicó que los occisos registraban antecedentes penales. “Los fallecidos tenían historial delictivo, uno de ellos fue detenido tiempo atrás por tenencia ilegal de armas de fuego”, sostuvo.

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No obstante, la Policía reveló que solo dos de ellos tuvieron problemas con la justicia: Francisco Cruz tenía una orden vigente de captura emitida por el Juzgado 24 de Garantías Penales del Guayas por el delito de tentativa de asesinato; y Geremy Salazar registraba una detención para investigaciones.

Sobre las causas de los asesinatos hay varias versiones. Minutos después de los crímenes se especulaba respecto de un ajuste de cuentas entre bandas delictivas o un acto de sicariato. De hecho, un supuesto testigo de los hechos contó que las víctimas comieron en un restaurante de la zona y que cuando se subieron a la camioneta para retirarse, un sujeto apareció y les disparó a quemarropa.

Agregó que un cuarto individuo, identificado como Jimmy Joe Agusto Rivas, resultó herido. Indicó que este sujeto sería cómplice del autor de los disparos, y que recibió un tiro en una pierna por accidente. Moradores, en cambio, dijeron que se trataba de un transeúnte.

No obstante, el parte policial relata otra versión basada en el testimonio de Geovanny Serrano Aguayo, quien se identificó ante los uniformados como amigo de Agusto. Según él, ambos estaban comiendo en el restaurante cuando dos sujetos descendieron armados de la Chevrolet D-Max e intentaron robarle a Jimmy Agusto, quien puso resistencia al atraco.

Serrano se escondió en el local, reseña el parte, y que al salir luego de pocos minutos vio un grupo de personas alrededor de la camioneta y a sus ocupantes sin vida en el interior.

“...Para posteriormente trasladar a su amigo Jimmy Agusto hasta la clínica Kennedy de la Alborada...”, explica el escrito policial. Se conoció que el herido registra una detención anterior por el delito de robo.

El mismo documento policial revela que la camioneta en mención había sido sustraída dos horas antes a Alexis Piguave Solís, en la ciudadela Bellavista, en el oeste de la urbe.

Piguave presentó la denuncia en la Fiscalía a las 02:00 de ayer, después de que ocurrieran los crímenes, y relató que fue asaltado por dos sujetos a las 20:00 del pasado miércoles.

La víctima detalla que el vehículo lo rentó a la compañía Enterprice y que fue abordado por los delincuentes, cuando se dirigía a un restaurante.

“Ambos sujetos se subieron a la camioneta y me pasaron al asiento de atrás (...). Me cargaron dando vueltas media hora hasta que me fueron a dejar por la vía a la costa, por unos matorrales, luego de que se macharan me desaté y salí a la vía principal...”, contó Piguave.

Dentro de la camioneta, dijo el fiscal Víctor León, se encontraron dos armas de fuego.

Más datos: Del Suceso
Desconocidos
Moradores de Sauces 6 dijeron no conocer a los fallecidos, y aseguraron que al restaurante del sector llegan a comer diariamente muchas personas desconocidas.

UPC
Fanny Yance, quien habita en la zona, sugirió que la Policía construya una Unidad de Policía Comunitaria en un parque abandonado.

Disparos
Los vecinos dijeron que el día de los crímenes escucharon cerca de doce disparos.