MANTA, Manabí.- “Mi Danilo con sus hermanos trabajaron en la construcción de la casita, pero no pudo verla terminada”. Es la expresión de Dolores Zambrano al contemplar la foto de su hijo Danilo Bowen, quien fuera asesinado por policías en Manabí.
MANTA, Manabí.- “Mi Danilo con sus hermanos trabajaron en la construcción de la casita, pero no pudo verla terminada”. Es la expresión de Dolores Zambrano al contemplar la foto de su hijo Danilo Bowen, quien fuera asesinado por policías en Manabí.La madrugada del 16 de octubre del 2011, Bowen, de 20 años, estaba en una motocicleta junto con Luis Jaramillo Alcívar, de 21, cuando fueron interceptados por un vehículo de la Policía Nacional, según testigos.Luego no se supo más de ellos y se denunció sus desapariciones. Dos días después, los cuerpos de los jóvenes fueron hallados con señales de tortura y huellas de disparos en una cantera de Picoazá, Portoviejo.El pasado 14 de septiembre, el Sexto Tribunal Penal de Manta sentenció a 25 años de prisión a los seis uniformados después que fueron hallados responsables del doble crimen. Hoy, en la cárcel Nº 4 de Quito, permanecen recluidos los subtenientes Leonardo Rafael Urbina Vivanco y Harold Smith Barrezueta Torres; los cabos segundo Freddy Javier Ramón Chávez y Wilson Monserrate Loor Córdova; y los policías Diego Armando Loor Vinueza y Lorgio Marcelo Intriago García.Dolores Zambrano dice que la sentencia a los policías no va a revivir a su hijo, pero al menos le consuela saber que se hizo justicia. Aunque ha pedido a sus abogados que apelen la sentencia para que la condena sea ampliada a los 35 años.Zambrano recuerda que Danilo era el menor de sus hijos varones. “Desde que me separé de mi esposo, él veía por mí y mi hija menor, que es discapacitada”, menciona la mujer.Lo recuerda como un joven emprendedor, y que gracias a su insistencia logró que la fundación Eugenio Espejo la ayudara con materiales para la construcción de la vivienda.La mujer llora al recordar los momentos desde la desaparición hasta que le informaron la muerte de su hijo. “Esa noche cuando no llegó a la casa me preocupé, él siempre que iba a llegar tarde me llamaba. Luego una vecina me dijo que había escuchado que unos policías se habían llevado a dos jóvenes en una moto por el barrio Jocay”.En esas circunstancias es como Dolores Zambrano conoció a Rosa Alcívar, la madre del otro joven desaparecido, con quien no se había visto antes, pese a que viven cerca. Juntas buscaron justicia. Reclamaron, estuvieron a punto de rendirse, pero finalmente escucharon la sentencia contra los responsables de ambos asesinatos.Una tragedia repetida
Para Alcívar, la muerte de su hijo fue repetir una desgracia similar con actores parecidos como agresores. “Fue volver a vivir la misma película de 1999. Al padre de mi hijo, Enrique Jaramillo, también lo asesinaron unos policías”, comenta.Lamenta que en la muerte de su cónyuge no se identificara a los responsables. “En ese tiempo era difícil seguirles acciones a los policías, pero desde aquella vez odio a los policías y ahora mucho más que me quitaron a mi hijo querido”, reflexiona.Alcívar, madre de Jaramillo, luce una desgastada camiseta con la foto del joven asesinado. En medio de su casa de caña, con la mirada perdida y abrazada a una foto de Luis, la mujer expresa: “El perder a un hijo es el peor dolor de la vida. Nadie sabe lo que se siente sepultar a un hijo, si no lo ha vivido y mucho más verlo en las condiciones en que lo encontré, desfigurado, lleno de gusanos, lo que no me permitió ni siquiera velarlo, como se lo merecía”.Luego hace una pausa y prosigue. “Sé que la vida continúa, y que tengo que seguir adelante, no solo por mi hijo menor, sino por el nieto que me dejó mi Luis”, expresa acongojada.La mujer sobrevive con las ventas de maní en un local del mercado de Tarqui, en Manta. “Este puesto era de mi hijo, él todos los días salía a las 04:00 al mercado a abrir su negocio, yo antes no había trabajado, me quedaba en casa”, recuerda.La madre de Jaramillo admite que su hijo era un joven que a veces se metía en problemas, pero lo justifica. “Como todo joven no faltaba que tuviera una pelea, él era bien guapo, le gustaba arreglarse, era vanidoso”, recuerda la mujer; y cuenta que tiene en una carpeta todos los recortes de periódicos sobre el caso y de las que no se desprende. “Le he dicho a mi familia que cuando yo muera me ponga esa carpeta en mi ataúd”, dice.El hecho: Cronología
2011, octubre 16
Familiares de Danilo Idelfonso Bowen Zambrano y Luis Enrique Jaramillo Alcívar, ambos de 21, denuncian su desaparición.2011, octubre 18
Los cuerpos de los jóvenes fueron encontrados en una cantera de la vía a Picoazá.2011, octubre 20
Surgen varias hipótesis, entre ellas que supuestos policías los secuestraron, torturaron y asesinaron.2011, octubre 25
Madre de Jaramillo, Rosa Elena Alcívar, pide reabrir juicio por crimen de su esposo en 1999, supuestamente asesinado por policías.2011, octubre 27
Seis policías son indagados y luego detenidos por crimen de los dos jóvenes.2012, agosto 23
Gendarmes son llamados a juicio por los asesinatos.2012, agosto 27
Sexto Tribunal Penal de Manta encuentra culpables a los seis policías.2012, septiembre 13
Procesados son condenados a 25 años de reclusión.","isAccessibleForFree":true}
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Sentencia para policías asesinos no calma el dolor de dos madres
MANTA, Manabí.- “Mi Danilo con sus hermanos trabajaron en la construcción de la casita, pero no pudo verla terminada”. Es la expresión de Dolores Zambrano al contemplar la foto de su hijo Danilo Bowen, quien fuera asesinado por policías en Manabí.
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