Quince días después de que los seis miembros de la Policía Nacional fueron hallados culpables de un doble crimen ocurrido el 16 de octubre del 2011, el Sexto Tribunal Penal de Manta dio su veredicto: los sentenció a 25 años de prisión por el delito de asesinato.
Los uniformados, quienes después de este proceso dejaron de pertenecer a la institución, son: Leonardo Urbina Vivanco, Harold Barrezueta Torres, Freddy Ramón Chávez, Wilson Loor Córdova, Diego Loor Vinueza y Marcelo Intriago García, quienes deberán cumplir su condena en la cárcel Nº 4 de Quito.
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Los seis fueron encontrados culpables del asesinato de Danilo Bowen Zambrano, de 22 años, y Luis Enrique Jaramillo Alcívar, de 21, quienes fueron secuestrados la madrugada del 16 de octubre en el barrio Jocay de Manta, y a los tres días aparecieron en una cantera de Picoazá, del cantón Portoviejo, asesinados y en estado de descomposición.
La motocicleta en la que viajaban ambos jóvenes nunca apareció, ni los policías dieron detalles de su localización.
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La audiencia de juzgamiento culminó el 28 de agosto y fue presidida por George Moreira, presidente del Tribunal, junto con los dos jueces que emitieron la sentencia.
Más años
Dolores Zambrano y Rosa Alcívar, madres de Danilo y de Luis, respectivamente, dijeron que esperaban una sentencia de al menos 35 años, por la forma como mataron a sus hijos, con saña y alevosía.
“No solo los mataron, sino que los desaparecieron y sus cuerpos fueron escondidos. Cuando encontré a mi hijo, estaba irreconocible”, dijo Rosa Alcívar, en medio de lágrimas al conocer la sentencia.
Mientras que Dolores Zambrano indicó que al menos ellos (los expolicías) están vivos, pero a su hijo quién lo va a regresar, por ello aseguró que sus abogados apelarán la sentencia para que sea de no menos de 35 años.
Recordó que en la misma audiencia de juzgamiento el fiscal Hernán Villacís, quien llevó la causa, pidió la pena máxima, pues aseguró que los exuniformados actuaron con saña contra las víctimas.
Villacís dijo que la autopsia efectuada a Jaramillo reveló que fue asesinado por la espalda, mientras que Bowen, quien conducía la moto, tenía cuatro impactos en la cabeza, efectuados a corta distancia.
Más datos: Investigación
Ubicación
Durante la investigación, el sistema GPS ubicó a las dos camionetas de la Policía en el barrio Las Cumbres, donde desaparecieron los jóvenes, y en la cantera, donde fueron hallados sus cuerpos tres días después del secuestro.
Los carros
Otras pruebas, como la del luminol, determinaron que los dos carros fueron utilizados para llevar los cadáveres.