La última vez que el astro Ronaldinho Gaúcho hizo sus malabares con el balón en Guayaquil fue hace tres años. Llegó entre las estrellas de la selección de Brasil que se entrenaron en el estadio Monumental para enfrentar el 29 de marzo a Ecuador en Quito (1-1), por las eliminatorias al Mundial 2010.
Este miércoles el R10 volverá al país con el Flamengo para enfrentar a Emelec por el Grupo 2 de la Copa Libertadores; y aunque no es el otrora ‘O Melhor do Mundo’, la afición guayaquileña espera ver algunos destellos que consagraron a Ronaldinho como el héroe de los títulos de Barcelona en España (2005 y 2006) y en la Liga de Campeones (2006), y cuando conquistó el planeta como el Mejor Jugador (2004-2005) y ganó el Balón de Oro (2005).
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Aunque ahora, ya a sus 32 años, “Ronaldinho abandonó el olimpo por los excesos de la mala vida. No parece que vaya a volver la mejor versión del brasileño, una estrella que se fundió rápido”, criticó el diario ABC español cuando el R10 dejó Europa para volver a Brasil.
Incluso hay quienes creen que su paso por el AC Milan -luego de dejar Barcelona asediado por continuas lesiones y por decisión del técnico Pep Guardiola- “sirvió a modo de lujoso epitafio. En un club elegante convertido en una especie de cementerio de elefantes”, destacó el comentarista español Borja Barba, cuando Flamengo lo fichó a inicios del 2011.
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Pese a su devaluación futbolística, el R10 está entre los 50 futbolistas mejor pagados del mundo (cobra $ 711.000 al mes, el 7% del presupuesto de Flamengo en el 2012); y la Copa Libertadores tiene el lujo de mostrar a este astro en su vitrina.