La autopsia realizada al cadáver de Maura Mireya Bonilla Guanoluisa, de 42 años, determinó que la mujer habría sido maniatada, asfixiada y ultrajada. Los familiares de la víctima sospechan que el autor del asesinato sería su esposo.

La mujer desapareció el sábado pasado y fue encontrada en la morgue de Policía en donde, según su conviviente, se habría envenenado.

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El lunes pasado en la parroquia Ricaurte, del cantón Urdaneta, se realizó su entierro.

María Guonoluisa, madre de la víctima, indicó que la última vez que la vieron con vida fue la tarde del sábado cuando con una cuñada abordó un bus desde el centro de Ricaurte.

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“Ese día, como a las cinco de la tarde, me llamó Armando Vera Vera (principal sospechoso del crimen y esposo de la mujer) y me dijo que habían tenido un problema con Maura, y por eso ella había tomado veneno y estaba en la morgue de Daule”, recordó la madre.

Afirmó que ellos no creyeron en las palabras de Armando, quien, según ella, hace un mes y medio trató de matar a su pareja a machetazos, por celos, pero en esa ocasión fue salvada por uno de sus yernos.

Los deudos de Bonilla, quien estuvo unida con Vera por más de 12 años, indicaron que según la autopsia la víctima fue maniatada de pies y manos, arrastrada (debido a las lesiones en la espalda), estrangulada y abusada sexualmente.

“Armando había cogido un vaso para ponerle veneno y se lo entregó a la Policía para decir que ella se mató; él es el principal sospechoso de la muerte de Maura”, enfatizó uno de los hermanos de la víctima, mientras clamaba por justicia.

Un muerto en Manabí
Luis Eduardo López Mendoza, alias Zorrillo, falleció el jueves pasado tras recibir una ráfaga de disparos cuando se encontraba en las afueras de su domicilio conversando con un amigo, el cual resultó herido en la pierna.

Según testigos del crimen, dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta llegaron hasta el barrio Centenario y dispararon contra dos jóvenes. López fue alcanzado por uno de los antisociales, mientras que el amigo –cuya identidad no fue revelada por temor– se escondió en un portal.

Testigos del hecho dijeron que a los supuestos asesinos, quienes eran jóvenes, no les importó que fueran vistos por quienes estaban en el sector.