María Fernanda Fernández de Córdova Flores tenía 21 años, estudiaba en la Universidad Católica, laboraba en la Junta de Beneficencia de Guayaquil y le gustaba realizar crossfit, deporte que practicaba junto al empresario Roberto Elio Campos Crespo, de 39 años, quien había sido su enamorado hasta hace unos seis meses, cuando ella comenzó a distanciarse porque él era muy celoso. Hoy, él es el principal sospechoso de haberla asesinado con un martillo.