Los estudiantes y la policía se enfrentaron ayer con piedras y bombas lacrimógenas en una nueva jornada de protestas contra el bachillerato unificado y en favor de una compensación económica por el incremento de la jornada laboral dispuesta para los docentes.

Los incidentes se registraron en Guayaquil, pero también hubo movilizaciones en Quito.

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El patio y una parte de las inmediaciones del Instituto Técnico Simón Bolívar, en el norte, se convirtieron en un campo de batalla entre los uniformados y varios jóvenes, quienes antes de las 08:00 abandonaron las aulas, cerraron la puerta principal del plantel y empezaron a gritar contra el bachillerato unificado, que en la región Costa se aplicará desde el próximo año y eliminará ciertas materias.

Los agentes rodearon el colegio y se apostaron en el paso peatonal aledaño para intentar controlar la situación, ya que desde la parte de adentro del colegio se arrojaban piedras.

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Los responsables cubrían sus rostros con camisetas y por eso el inspector general del instituto, Rosendo Ronquillo, denunció que los desmanes fueron detonados por “gente infiltrada” vestida con el uniforme. “He pedido a la Policía que ingrese y controle la situación”, afirmó.

Los efectivos se dispersaron al interior y por momentos debían cubrirse detrás de paredes para esquivar las piedras.

Los manifestantes, sin embargo, señalaron que esto fue en respuesta a la represión que sufrieron de parte de los policías, quienes los atacaron con bombas lacrimógenas cuando aún estaban recibiendo clases.

Al sitio acudió el director provincial de Educación, Juan Carlos Rodríguez, quien tuvo que ingresar por una puerta lateral y anunció que se investigará y aplicarán sanciones.

Los piedrazos rompieron parabrisas y otras partes de ciertos vehículos estacionados cerca, denunció el inspector Ronquillo, una de las víctimas.

Las autoridades del plantel informaron que un estudiante fue impactado por una bomba lacrimógena en su mano derecha y radio Sucre reportó que un camarógrafo de Gamatv sufrió heridas leves.

Cuando los ánimos se calmaron, varios alumnos se agruparon y avanzaron hacia el centro de la ciudad para unirse a una marcha de la Unión Nacional de Educadores (UNE).

A su paso se fueron sumando compañeros de otros colegios fiscales, y por ello cerca de 400 jóvenes caminaron con unos 70 maestros por la avenida 9 de Octubre.

Llegaron hasta la intersección con Córdova, donde está la Dirección, y quemaron llantas. Allí casi se activan nuevos enfrentamientos cuando la Policía quiso apagar el fuego. Pero esto no trascendió.