QUITO
.- Alrededor de las 13:00 de ayer, un avión Cheetah de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) registró un accidente mientras realizaba pruebas de vuelo y su piloto, Galo Álvarez, logró aterrizar en la Base Aérea de Taura con heridas en el rostro.

Versiones confirmadas por sus compañeros señalaron que el accidente se produjo por una especie de explosión dentro de la cabina delantera del avión que hizo que se rompiera parte del asiento de eyección (expulsión de la nave) contra el rostro del piloto.

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Su pronóstico es reservado en cuanto al ojo derecho, donde recibió el impacto.

Una tomografía cerebral no encontró daños en el piloto, que al aterrizar fue llevado al policlínico de Taura, donde fue revisado por un médico de turno que ordenó su traslado inmediato en helicóptero a la Base Simón Bolívar de Guayaquil para de allí, trasladarlo en ambulancia al Hospital Naval, en el sur de la ciudad.

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"Los demás pilotos estamos preocupados por nuestro  compañero, somos pocos pilotos y este no es un accidente normal en la aviación. ¿Quién nos garantiza que algo similar no vuelva a ocurrir?", se preguntó uno de los pilotos que se encontraban en la sala de emergencia del Hospital Naval.

Mientras los oficiales de la FAE comentaban sobre el accidente en la sala de espera, familiares de Álvarez permanecían a su lado en una  de observación.
"Ahora imagino que la empresa que vendió estos aviones tendrá que hacer un peritaje junto a personal de la FAE para saber qué pasó. Normalmente, cuando hay accidentes, se revisa toda la aeronave", dijo uno de ellos.

Pero el comandante de la Fuerza Aérea, Leonardo Barreiro, aclaró que no fue un accidente sino una emergencia por "una descompresión" en la cabina del piloto que obligó al aterrizaje de la aeronave y al inmediato traslado del oficial a una casa asistencial.

Señaló que en este tipo de aviones de combate una descompresión "es muy fuerte que hace que suene como una explosión" y añadió que por este motivo el piloto sufrió leves golpes y que por seguridad permanece en observación médica.

Barreiro dijo que inmediatamente se realizará una investigación para determinar el motivo de la descompresión. En ese marco señaló que los aviones Cheetah, que la FAE adquirió a Sudáfrica por $ 80 millones para reemplazar su flota supersónica, están en proceso de entrega-recepción y que la FAE aún no ha recibido oficialmente ninguna aeronave.

Los tres primeros aviones de combate Cheetah sudafricanos, de los doce que adquirió,  llegaron al país la última semana de mayo y quedaron ensamblados y listos para los vuelos de prueba hace dos semanas.

Las aeronaves arribaron a Guayaquil por vía marítima y en piezas. Estos fueron comprados para reemplazar a los históricos Mirage F1, con los cuales las Fuerzas Armadas se enfrentaron a Perú en el conflicto armado del Cenepa, en 1995.

Hasta el cierre de esta edición, Álvarez permanecía en observación.

Dados de baja
Los doce aviones Cheetah fueron dados de baja por la Fuerza Aérea de Sudáfrica en el 2008. No obstante para la FAE están en perfecto funcionamiento y han sido modernizados para operar en el país.

Mantenimiento
La inversión de los Cheetah, adquiridos el año pasado, asciende a $ 78,5 millones. El monto incluye asesoría y mantenimiento de las aeronaves por parte de Sudáfrica por cinco años.