La incertidumbre de cómo será el mercado del carbono después del 2012, una vez que concluya el Protocolo de Kioto, puede perjudicar el desarrollo de varios proyectos ambientales en Ecuador, que en algunos casos requieren recursos y en otros, capacidad técnica.
Eso se deduce de la participación de una delegación ecuatoriana en Carbón Expo, la mayor feria y conferencia sobre el clima y la financiación del carbono, efectuada en esta ciudad.
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“Hemos venido a la feria para ofertar un portafolio de más de 100 proyectos que necesitan financiamiento y capacidad técnica”, dijo Augusto Sánchez, coordinador de la comisión ecuatoriana del Mercado del Carbón.
Casi todos los proyectos ecuatorianos son hidroeléctricos, porque el país intenta cambiar su matriz eléctrica, que actualmente es térmica, y por tanto, es una fuente que libera mucho dióxido de carbono al ambiente, explicó Sánchez.
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En este contexto, el proyecto hidroeléctrico Coca Codo Sinclair fue una de las principales ofertas presentadas en Barcelona. Se trata de un proyecto que evitará la emisión de cuatro millones de toneladas de CO² al ambiente por año.
El negocio del mercado del carbono radica en que por cada tonelada de CO² que no se emite, se genera un CERs (Certificado de Reducción de Emisiones), que es un papel transable en el mercado del carbono.
Petroamazonas participó en Carbón Expo, con dos proyectos de Optimización de Generación Eléctrica (OGE), uno concluido y otro en desarrollo.
Berend van den Berg, gerente de OGE, explicó que los dos proyectos se basan en la generación de electricidad con el gas que se libera en las extracciones petrolíferas. El proyecto ha sido completado en el Bloque 15.
Según un informe del Banco Mundial, el estado del mercado del carbono generó 142.000 millones de dólares en el 2010. Sin embargo, cifra menor a la del 2009. Sin embargo, hay incertidumbre de cómo será el mercado a partir del 2012, así como se ve falta de impulso político para poner en marcha nuevos esquemas de formato “cap-and-trade” (fijación de límites máximos e intercambio de los derechos de emisión) en las economías desarrolladas.
“Algunos compradores de países industrializados, que en ejercicios anteriores habían sobrepasado sus objetivos, realizaron menos compras de créditos de carbono en el 2010. Además, los efectos de la recesión económica en países desarrollados, conllevaron una reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, facilitando el cumplimiento de sus obligaciones”, dice el informe.