Un manejo inadecuado de la sigatoka negra puede causar pérdidas hasta del 50% en el cultivo y en el Ecuador es una guerra sanitaria en la que se están perdiendo más batallas por los efectos de un acelerado cambio climático y el no ejercer las medidas fitosanitarias efectivas y recomendadas para impedir que el hongo cobre resistencia en nuestro medio a los químicos y se porte más agresivo, aun en condiciones ambientales adversas.
Édison Sarango y cinco técnicos fitosanitarios y un analista, se miden con el patógeno día a día en cinco mil hectáreas de cultivo que están bajo su cuidado en Guayas y El Oro.
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Desde su punto de vista las programaciones de los fungicidas que recomienda un organismo técnico creado para este fin (FRAC, por sus siglas en inglés) no las cumplen todas las compañías de fumigación y es por eso necesario que las autoridades ejerzan el respectivo seguimiento para que no hagan un uso irracional de los fungicidas y salga perjudicado el productor por el incremento de los ciclos de fumigación que en promedio llegan a 23 por año en Ecuador.
José Guamán, vocero de Bayer, laboratorio que está próximo a sacar una nueva alternativa de control por su acción distinta contra la enfermedad, notó que no se alcanzará una acción eficaz por más bueno que sea el químico, si no se aplica el fitosanitario indicado, en el momento adecuado y de manera correcta. “La rotación de productos es indispensable. Es importante mantener un manejo sostenido y utilizar todos los grupos químicos disponibles con responsabilidad, porque la interacción de moléculas diferentes asegura ganarle al flagelo. No hay que caer en la tentación o juego de utilizar fungicidas que no tienen ningún respaldo”.
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“Sabemos lo que nos cuesta desarrollar un fungicida, y por eso hacemos un monitoreo de resistencia anual de cada uno y fijamos el tope de aplicaciones por año, así dejemos de venderlo. El hongo muta rápidamente, y cuando utilizamos un producto de manera reiterada o en bloque, puede perderse su eficacia y acortar su vida útil”, comentó.
Además del químico son necesarias labores culturales como el deshoje fitosanitario, drenaje, deshije y un monitoreo continuo de la presencia del hongo.